-Tenés que ir a buscar tu comida. -No quiero, ¡tengo miedo! – ¿Por qué? – ¿Dónde están papá y mis hermanos? -No volvieron. – ¡Tengo miedo! -Yo estoy acá y salí siempre a buscar mi comida. Si no comemos nos morimos. – ¿Qué tengo que hacer? – Cumplir los cinco mandamientos del Supremo. Repetilos: -Nunca apurarme para comer. No molestar al que prepara nuestra comida. No...
El paraguas
¿Llovía o no llovía? Mucho viento. Tomó su paraguas y salió. Llovía poco pero llovía. El viento arrastró su paraguas y, como no lo soltó, volaron juntos. Pudo aferrarse a un semáforo, que por suerte estaba en rojo. Ahora sí llovía mucho y al enderezarse cubrió a una linda muchacha que estaba esperando cruzar aferrada al semáforo, que se puso verde. Bastó una mirada para admitir que la cobijaran...
Llanto
Las lágrimas parten de los ojos impulsadas por el alma. La primera de ellas se asoma tímida desde su rincón, azorada por la luz que la ilumina. Primero se forma, engorda; luego se alarga al aferrarse temerosa a la última pestaña. Al fin se desprende y toma velocidad. Todas llevan de a poco la carga del dolor. Alivian la fronda que acongoja el espíritu hasta dejarla rala. Su misión es acarrear...
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